Si, ya sé lo que pensáis, que es lo de siempre, no?, pues puede que sí, pero quería aprovechar para enseñaros la técnica de caramelizar huevos.Así que esta receta la vamos a explicar solo con imagenes, de momento, a ver que os parece.
Lo primero, vamos preparando un puré de patatas, que será la base del plato. Esto ya lo hemos explicado, y además cada uno tendrá sus preferencias.
El lomo de cerdo lo cortamos en tiras así de finas, para que el salteado sea muy rápido, y lo aliñamos al gusto.
Preparamos unas láminas de azúcar a punto de quebrado, pero que no lleguen a coger color, dispuestas de esta manera sobre un silpat o papel sulfurizado, antes de que seque ponemos encima unas escamas de sal. Reservamos y escalfamos los huevos, ya sabéis, durante cuatro minutos en agua, vinagre y sal a punto de ebullición.
Colocamos encima de cada huevo escalfado, una lámina de caramelo, hacerlo mejor sobre una rejilla, si no tenéis sobre papel de aluminio engrasado.
Con el soplete hacemos que el caramelo rodee el huevo, dándole el calor extrictamente necesario, es importante que las láminas de caramelo sean muy finas, así necesitan menos calor.
Mientras, hemos pasado por la sartén con algo de aceite de oliva unos gajos de manzana, mejor si es agridulce, que nos servirá para darle al plato un contraste de sabor y color importantes.
Montamos el lomo salteado (unos segundos) sobre una base de puré de patatas, sobre este, el huevo caramelizado y alrededor unos gajos de manzana dorados en aceite de oliva virgen extra
El huevo debe quedar en este punto de cocinado, la clara cocida y la yema líquida.